“En la segunda parte los temas no fueron tan tradicionales, continuó la sincronización tipo reloj de los excelentes solistas-no hubo uno solo que desentonara,si bien el bajo Eubanks,el trompetista Longo y el famoso trombón Chuck Connors aparentaron ser los más flojos- y allí surgió a la consideración el pequeño pero movedizo saxo alto Harold Minerve .Cautivó en C Jam Blues y en algunos solos llenos de pasión.También deslumbró técnicamente el joven trompetista Barry Lee Hall,Jr (otro barbadito) en De un modo sentimental.Para entonces Mercer había reservado una sorpresa: el saxo tenor David Elliot Young,que en la primera parte había pasado desapercibido .Se convirtió en un coloso al dominar el soplo tocando ininterrrumpidamente durante largo tiempo (ya que respira mientras lo hace).Algo nunca visto antes(1).Sin embargo este alarde técnico no fué todo.Aunque impreciso a veces y desparejo en los sobreagudos,en varios breaks llegó a impactar.Muy coloridos fueron luego Fantasía en Negro y Canela y Dulce Georgia Brown,donde con piano(un correcto Onzy Dorret Matthews,Jr) batería ,contrabajo y el trombón del ascendente Malcolm Taylor (que tanbién emplea la sordina y cierto llamativo temblor para dar ritmo) se logró un clima jazzísticamente puro.A mi criterio,no obstante,el tope de la noche lo vivimos escuchando Mood Indigo.En tanto Marvin Holladay dejaba el saxo para utilizar el clarinete y el otro saxo alto (Minerve) empleaba la sordina(¿?),la sala se conmocionó con la sentida trompeta de Cootie Williams…
Pero la cosa no terminó allí.Aún faltaba un volcán:hizo su aparición la bella Anita Moore quien en el mejor estilo de las cantantes del viejo Duke mostró su voz de contralto de amplio registro. Interpretó (I like the)Sunrise con un vibrato cálido y justo.Luego el clásico Nada significa si no tiene swing, que mereció una gran ovación por su señorío en los agudos y la densidad y resonancia de sus graves.Y finalmente para rubricar la nitidez de su zona media y soltura con que enfrenta cualquier género:el tema (bien actual,bien “disco”)de Stevie Wonder ¿No es ella maravillosa?,donde el arreglo ofreció matices inesperados.Hubo un bis obligado:No hagas nada hasta saber de mí . Una convicción: a la Moore le espera un futuro excepcional. Fueron casi dos horas y media del mejor jazz .Ahora pienso que si bien Lionel Hampton probó ser el nuevo Rey tras la muerte de Louis y de Duke ,esta orquesta se coronó como la mejor de las bandas que escuchamos en los últimos 10 años. Y punto.”(Segunda parte de la nota “El Otro Ellington” por Alberto Daneri publicada en “Pájaro de fuego”,junio de 1980)*Las fotos fueron publicadas en la edicion del domingo 11 de mayo de 1980 del diario"Crónica".Un video tape del concierto fue emitido por canal 11 de Buenos Aires el lunes 19 de mayo de 1980.
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