viernes, 4 de mayo de 2018

El interior tambien existe:una historia del jazz en Durazno








"El jazz es un género musical que abarca sonidos y ritmos muy diversos, desde la música de la New Orleans de fines del siglo XIX a las expresiones musicales del presente, tanto influenciadas por el blues y el rock como también por los ritmos latinos y regionales. Pero, lo que caracteriza a este género sincopado es la libertad absoluta de ejecución que deriva en la improvisación y en la creación y recreación.

En el Río de la Plata, las orquestas de tango, también llamadas “típicas”, fueron las introductoras de ritmos de allende estas comarcas, tales como los pasodobles, boleros, y fox trot, y otros ritmos vinculados con el jazz. En Buenos Aires, por el año 1935 y luego en su vecina Montevideo, las orquestas alternaban en los ambientes bailables un tiempo tocando tango y otro tiempo tocando jazz, como se decía entonces.

En Durazno, entre los años 1940 y 1950 hay ejemplos de orquestas que precisamente ejecutaban estas
músicas, recordamos a la formación que lideraba Angel Tarigo, o la Típica Miguelito, entre muchas otras.
En los años previos otros músicos, precursores de aquellos, tocaban, a modo de banda sonora en vivo, la música que acompañaba muchos filmes todavía sin audio en los cines locales.
A mediados de la década de 1930 surge, en Durazno, un joven pianista que integrará la orquesta del guitarrista argentino Oscar Alemán, recorriendo varios países del mundo y grabando algunos discos junto a él, nos referimos a Ceferino Alburquerque Sierra, “Chichito”, nacido en 1917.

Pianista, compositor y arreglador, también tanguero, Alburquerque, luego de tocar algunos años en Montevideo, en 1940 cruza a Buenos Aires y se integra a la formación de Alemán. Con el guitarrista argentino graba varios temas y se presenta en muchos países de Europa y América.

En el disco volumen uno de Swing Guitar Masterpieces, de Oscar Alemán, que recoge grabaciones realizadas entre los años 1938 a 1957, Alburquerque participa de los siguientes temas: I never knew; Caminos cruzados; Limehouse Blues; Scartunas; You made me love you; Cherokee; Stardust, y Honeysuckle Rose.




Fue animador de veladas musicales, entre amigos de su Durazno natal cada vez que visitaba esa ciudad,
llevadas a cabo en el local del Club Uruguay (hoy Museo-Casa de Rivera) y en reuniones en casas particulares.
Ya de retorno al país, en la década de 1980, volvió a hacer música en vivo en La Taberna de Chiche, en calle San José casi Yi, en Montevideo.

También, las formaciones de bandas populares permitieron que ejecutantes de instrumentos de viento, como la trompeta, el trombón y el clarinete, hicieran sonar el jazz en estas tierras.
Durazno tuvo entre las décadas de 1950 y 1970 excelentes instrumentistas de viento que integraron la banda
municipal que dirigiera por muchos años Pascual Navatta, un clarinetista nacido en Italia en 1884.
Otros músicos provendrían de las filas de la banda militar del Regimiento No. 2.
Recordar también a otros directores de la banda como el saxofonista artíguense Onix Brazeiro que desarrolló parte de su carrera musical en Durazno donde vive actualmente.
Trompetistas como Miguel Olivera, Eduardo Laragnou, Walter Rolón, Enrique Reyes y su hermano José María, trombonista, integraron además varias formaciones de música pop y tropical, incluso algunos de ellos en Montevideo, y luego en el exterior.
Eduardo Laragnou, Enrique Reyes y Walter Rolón integraron el Grupo Cubano.
Laragnou, radicado desde hace décadas en Barcelona, ha tenido múltiples actuaciones en esa y además
integrado la banda Jam Session de la Escuela Superior de Música, acompañando a grandes artistas de jazz y la salsa.
Rolón y Laragnou formaron parte de la recordada orquesta Golden Star Jazz, en la década de 1960 en Durazno.
En ocasión de la primera edición de Expomúsica, en la sala de la Asociación de la Música “Julio Martínez
Oyanguren”, en el año 1979, cuando no era fácil reunirse en público para este tipo de eventos culturales,
recordamos la actuación de un trío integrado por Gerardo Martínez en piano, “Cuerito” Ayala en batería y el
Raúl “Pollo” Lema, en bajo eléctrico.

LAS NUEVAS GENERACIONES
Promediando la segunda mitad del siglo pasado surgen nuevos intérpretes de jazz nacidos en Durazno.
Oscar “Manduco” Pereyra, que viene de una familia de músicos, su padre Oscar y su tío José de recordada
participación en la Sonora Fogata Tropical por allá por los 70.
Oscar es un trompetista de gran valía. Integrante de la Banda Sinfónica de Montevideo, donde vive en la
actualidad, también ha alternado como músico en numerosas sesiones de grabación de grandes intérpretes
uruguayos, y en muchos álbumes de jazz. También integra la Montevideo Big Band una nueva experiencia
orquestal junto a conocidos profesionales del medio.
Alfonso Santini, es otro músico, - hoy radicado en Buenos Aires -, que aporta con su contrabajo al crecimiento de un sonido propio del Río de la Plata.
Formado primero en nuestro país y luego en el porteño Conservatorio “Manuel de Falla” ha participado de
varios grupos de jazz en sus diferentes modalidades, ejecutando además el bajo eléctrico.
Recientemente tocó en el festival de jazz de La Pedrera, y lo ha hecho junto a maestros de la talla de Ricardo Nolé (participando en su disco Tríos uruguayos) y el violinista uruguayo Federico Britos.
En la actualidad lidera la Alfonso Santini Banda junto a Agostina Bertozzi, percusión; Bruno Varela, batería;
Bruno Delucchi, piano, y Misael Parola, saxo. También ha integrado el Candombe Jazz Cuarteto y ha
acompañado a la pianista argentina Paula Shocron.
Alejandro Luzardo, guitarrista que ha desarrollado la primera parte de su carrera profesional en España vuelto al Uruguay con su banda La Candombera, creada en 2001 en Barcelona, gran exponente de la fusión del candombe con el jazz, de amplia repercusión tanto en nuestro país como en Argentina.
En España grabó su primer disco Escucha el tambor (sello Blue Moon-Inner Jazz, 2008) recorriendo ese país y parte de Europa.
En nuestro país, graba y edita Candombe bebop (Sondor, 2015), ganando en 2016 el Premio Graffiti al mejor disco de candombe.
Santiago Blanco es un joven percusionista también formado en España y que produjo en 2017 su disco In
Creyendo, dentro de un proyecto de Latin Jazz denominado Cosa é Mandinga.
Por último, y seguramente surgirán en las futuras generaciones nuevos artistas del género, citamos a José
Telechea, saxofonista, que también ha demostrado su nivel profesional en formaciones de diversos géneros.
Esta nota rescata nombres para la memoria de la historia de la música popular en Durazno. Sin ser exhaustiva, principalmente por razones de espacio, apunta a contribuir en la construcción de nuestra cultura.
Y como dice la cantante Nina Simone “el jazz no es simplemente música, es una manera de vivir, una manera de ser, una manera de pensar.”

("APUNTES PARA UNA HISTORIA DEL JAZZ EN DURAZNO" por Carlos Fariello)




Publicado en "El Acontecer Diario" 30/04/2018
http://www.elacontecer.com.uy/32361-apuntes-para-una-historia-del-jazz-en-durazno.html




Fotos:1)El grupo de Oscar Aleman(Albuquerque es el primero a partir de la derecha)
2)La orquesta duraznense "Golden Star Jazz".


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