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jueves, 21 de mayo de 2009

Historia del Country Blues en Argentina Investigación: Max Hoeffner, Tito Petrera y Gabriel Grätzer.


Nota: Este artículo fruto de un intensivo trabajo de investigación de los autores, fué publicado en el boletín de Country Blues & Gospel Nº 3 del mes de Mayo de2001

LOS PIONEROS

Sin dudas, dos de los pioneros en la recopilación y difusión de la música afroamericana en la Argentina fueron Néstor Ortiz Oderigo y Guillermo Hoeffner.
Hacia 1944 la Editorial Claridad, edita el primer libro de Oderigo "Panorama de la música Afroamericana" donde dedica un capitulo a cada una de las principales ramas del folclore de los Estados Unidos: canciones de trabajo, negro spirituals y blues, por ejemplo. Pero también, atendiendo el aspecto poético de estos hombres afroamericanos, incluye traducciones al castellano de varias letras de temas folklóricos. Este libro fue el puntapié inicial a una serie de ediciones de textos sobre la materia escritos por el autor como así también de numerosas publicaciones en revistas y diarios. Néstor Oderigo, según testimonio de Max Hoeffner, hijo de Guillermo, era "un hombre reservado y misterioso que en las charlas rehusaba comentar sobre su discografía o sus conocimientos".

Sin embargo, en su primer libro cita las fuentes grabadas en las que se basó para sus escritos dejando entrever que poseía una amplia y nutrida colección que incluía artistas como Lonnie Johnson, John Hurt, Joshua White, Ma Rainey, Bill Gaither, Blind Lemon Jefferson, Rev. J.C. Burnett, Walter Davis, Willie McTell, Sonny Terry, Henry Spaulding ,Ramblin' Thomas, Jim Jackson, Kokomo Arnold, Alice Moore, Big Bill Broonzy, Memphis Minnie entre otros. Además, poseía ya, en esa época los 78 r.p.m. editados por la Biblioteca del Congreso de Washington, Estados Unidos, cuyas extraordinarias grabaciones de hollers y work songs, y especialmente una titulada That Lonesome Road, Oderigo había difundido en sus audiciones de Radio Nacional o con anterioridad en Radio Rivadavia. Oderigo poseía, además las grabaciones que John y Alan Lomax habían efectuado al músico Leadbelly. Si a esto le sumamos los discos de música Africana, centroamericana y sudamericana -material muy difícil de conseguir en aquellos días- comprenderemos, entonces, que Néstor Oderigo, era poseedor de una gran colección para aquellos lejanos días.

En 1952, Ricordi le edita La historia del Jazz, que incluía extensos capítulos sobre el canto negro afro-norteamericano y la prehistoria y las raíces del jazz- Por ejemplo, en el diccionario de Jazz de Ricordi de 1959 el lugar que ocupa la música folklórica de Norte América es notorio: Blues, figura con 3 páginas, Cantos de trabajo, en 2 y Negro Spirituals en 2 páginas y media.
La excelencia de sus libros, muchas veces material de estudio ineludibles en conservatorios y secundarios, fueron, tal vez sin querer, los primeros pasos para la difusión de esta música en la Argentina.

Si Oderigo fue un pionero en la parte escrita e investigativa, Guillermo Hoeffner, por su parte, de quien su hijo Max hablara en extensión en la entrevista del Boletín Nº2, fue el responsable, desde mediados de los '40, de fomentar en forma sistemática la llegada al país de discos sobre esta música juntando a su alrededor un selecto grupo de coleccionistas.

En el mismo se encontraban, entre otros, Norberto Bettinelli, Alberto Consiglio, Verdegay y Max Hoeffner su hijo que por aquellos años era un adolescente.
Sin un orden predeterminado y gracias a un marinero amigo, los 78 r.p.m. iban llegando vía marítima, directamente desde Europa o de Estados Unidos, a las manos de Guillermo que en pocos años formó una impresionante colección de country blues de la cual nos referiremos más adelante.
LOS MUSICOS

Argentina fue, y aún lo es, cuna de excelentes músicos de jazz, muchos de ellos con afamadas carreras internacionales.
De entre sus filas, algunos, como hobbie, o muy esporádicamente en forma más profesional, se dedicaron a interpretar country blues, aportando mucho o poco, pero todos, sumando a la difusión del country blues o del gospel y el negro spiritual en el país.

En 1935 Blackie (Paloma Efron) se dedicaba al canto de la música afroamericana y específicamente al jazz, sin embargo, ese mismo año, el 10 de junio, graba el blues de Primrose St. James Infirmary Blues (Od. 194328) bajo el nombre de Blackie y sus Boys y aún graba otra versión el 18 de agosto del año siguiente acompañada por el pianista norteamericano Ken Hamilton (Od. 45699). Si consideramos algunas versiones de época en Norteamérica como las de las cantantes Emmet Mathews o Mattie Hite registradas apenas cuatro años antes o incluso, la grabada por el famoso Joshua White, 9 años después, en 1944, nos encontramos con que Blackie estaba bien ubicada en tiempo. Entre 1937 y 1941 viajó a Estados Unidos y se dedica al estudio de la música negra en la Universidad de Tuskeegee. Visita al mítico William Handy y a su hija que la acompaña en piano cantando el famoso tema de su padre St. Louis Blues.

De regreso en Argentina, en 1951, ofrece un recital de música afro-Norte americana en el Teatro Ateneo acompañada por dos pianistas llamados Kramer y Lorenzini (N.R. no es seguro el nombre de los pianistas). y en un hito nunca repetido en la televisión Argentina, en algún momento de esos años '50, realiza un espectáculo televisivo dedicado a la Historia de la Música Negra.

En 1953, la Sra. Myres, directora de los Jubilee Singers, la invita a integrar la agrupación y Blackie, por compromisos contraidos en Buenos Aires debe rechazar tamaña invitación.
Una idea del conocimiento de Blackie sobre esta música nos lo da el hecho de que su cantante favorita era Sister Rosetta Tharpe, quizás, la más extraordinaria intérprete de música religiosa que jamás haya existido.
Sin embargo, para encontrar verdaderos y auténticos ejemplos de interpretación de música folclórica afroamericana hay que remontarse a los '70.

El 2 de julio de 1971, Osvaldo Ferrer, tal vez el verdadero pionero del Folk Blues en la Argentina, graba, acompañándose en guitarra, nada menos que el Black Snake Blues de Blind Lemon Jefferson. Esta grabación forma parte del Volumen II de la Antigua Jazz Band (Tonodisc LP 1022). Había comenzado tocando el clarinete a los 16 años y en 1958 aprende guitarra. Radicado en La Plata, en 1963 abandona su actividad jazzística para terminar sus estudios terciarios pero lo único que descubre es su verdadera pasión por los blues rurales Norteamericanos, que no dejará de cantar hasta hoy en día. Fascinado por los músicos de blues de los '20 y '30 y especialmente con Big Bill Broonzy, retoma su actividad musical con la Antigua Jazz Band y en 1970, impulsado por sus compañeros canta sobre el escenario Good Morning Blues y Trouble in Mind. Desde entonces la agrupación incluye ejemplos didácticos sobre los orígenes del jazz intepretados por Osvaldo Ferrer.

Entrando en los '80 surge un nombre que terminó por sentar las bases del country blues en la Argentina en forma definitiva: Juan Millones. Hacia 1982, tocaba la trompeta en la Caoba Jazz Band que el mismo había fundado. Ya en los conciertos de esta agrupación cantaba algunos spirituals y el Rock Island Line en "una versión con buen clima folk" según rememora Tito Petrera. Un año más tarde, comienza su carrera como bluesinger cantando autentico country blues y acompañándose con su guitarra. Subió a escenarios de todo el país, de España y Francia interpretando los blues originales de los '20 y '30. Sin grabar en forma comercial, sin embargo, Millones es un nombre común a la hora de señalar los inicios del movimiento del country blues en la Argentina.

Disueltos Los Alleluyah Folk Singers en 1981, una agrupación pionera en el gospel en el país (de la cual hablaremos en la Parte II de está nota), algunos de sus integrantes se juntaron para encarar un nuevo proyecto: Folk & Blues. Margarita Lahore, Tito Petrera, Hugo Dominguez, Gabriel D'ambruoso, Máximo Lazzeri, Marita Bulino, Andrés Soto y Diana Kuras formaron aquella primera formación original desde 1983 hasta 1986 año en el que grabaron bajo la supervisión del danés Hor Petersen su primer Long Play: "Folk & Blues vol I: In the search of the roots" (En la búsqueda de las raíces). Un título muy acertado para una grabación que sería la primera hecha en la historia de la Argentina dedicada, con esmerado cuidado, a la recreación de country blues, baladas, gospel, negro spirituals y ritmos afroamericanos en general. Durante esos años, otros instrumentistas y cantantes se sumaron a Folk & Blues como Amparo Rocha, Gustavo Fernández, Miguel Russo y en 1991, especialmente el extraordinario cantante, guitarrista y coleccionista de blues Fernando Goin. (ver entrevista a Max Hoeffner en el Boletín Nº2).

Hasta 1994 Folk & Blues editó dos cassettes: "Early Classic Blues Specialist" y "Down Home". Además fue su período más fructífero pues juntos recorrieron el país difundiendo esta música que interpretaban con asombrosa exactitud con respecto a las versiones originales. Participaron del 3er. Festival Internacional de Jazz de Viña del Mar, Chile y en 1996, Down Home fue ternado finalista de los premios ACE a la música en el rubro Jazz. En 1997, Fernando Goin decidió dejar el grupo. Desde entonces Folk & Blues, la mejor y más importante agrupación de country blues de la Argentina está en un paréntesis.

A comienzos de los '90 y surgidos del ala de Fernando Goin se formaron las Uvas Amargas. Aunque su música recorrió durante largos pasajes el blues eléctrico, han incursionado con muy buenos resultados en el country blues. Si bien sus producciones discográficas (tienen algunos cassettes, entre los que se destacan "Más Uvas Amargas" y una reedición de grabaciones hechas en CD) no están íntegramente ligadas al country blues. En vivo este dúo integrado por Marcelo Ponce y la muy buena cantante Viviana Dallas los interpretan con mucho criterio. Tienen juntos una larga trayectoria que incluyó en diferentes períodos otros músicos. Actualmente se encuentran incursionando en un proyecto vocal de música gospel integrado por ellos mismos y ex cantantes del estudio coral de Buenos Aires.

Entre los nombres que surgieron en los '90, se encuentra Gabriel Grätzer. Dedicado exclusivamente a interpretar, enseñar y difundir la música afroamericana a través de su voz y su guitarra intenta acercar el country blues a todos los ámbitos posibles. Sus cursos, charlas y talleres sobre el género recorrieron Buenos Aires y el interior y llegaron, por ejemplo, al Teatro Colón donde desde hace 6 años es el primer y único músico de blues del país en ofrecer conciertos didácticos o al Hard Rock Café y otros; sitios todos donde jamás el country blues había sido escuchado. Organizó el Primer Festival de Country Blues, Gospel & Negro Spirituals de Argentina y edita esta publicación, primera dedicada al género en el país.
Su CD "I'm Goin' Home" grabado y editado en 1999 es el primero en el género hecho en el país.

Bajo la tutela de Fernando Goin, además, grabó en 1993 y 1995 dos cassettes: "Big Road, blues de campo vol. I" y "Saturday Blues, blues del campo vol. II". Gabriel Grätzer, además creó y dirige la primera Escuela de Blues de Sudamérica que funciona desde octubre de 2000.
Los comienzos de los '90 fueron años, sin dudas, muy fructíferos. Con Folk & Blues marcando el camino, con Uvas Amargas y Gabriel Grätzer en escena más las visitas a la Argentina de músicos de country blues de Estados Unidos, por primera vez el género experimentaba en nuestro país una presencia más sólida y estable. Además, muchos músicos de rock, se volcaron, quizás subidos a la moda de aquellos años, al blues lo cual generó muchos espacios de difusión.

En 1994, Juan Millones presentó su nueva agrupación: The Acoustic Blues junto al excelente guitarrista Sergio Fulqueris y el armonicista Walter Gandini. En 1995 editaron su primer y único material grabado The Acoustic Blues conteniendo el cassette perfectas recreaciones de country blues y negro spirituals junto a algunas composiciones propias pero tocadas en el estilo. Viajaron por el país y por el exterior y son invitados permanentemente a los festivales de Jazz. En Buenos Aires, aunque sus presentaciones son esporádicas, cuentan con un gran número de seguidores dispuestos a disfrutar de sus originales versiones de los viejos blues. Por su parte Fulqueris ha editado en libro, el primer método de guitarra country blues del país y realiza una incansable tarea de enseñanza de los mismos. Además a mediados del 2000 The Acoustic grabó un nuevo CD en vivo que saldrá a la venta en el transcurso del año 2001.

Adrián Jiménez surge, tal vez, como el más interesante exponente de la armónica country blues. Desde hace diez años se dedica a estudiar a los maestros del género. Sus interpretaciones de De Ford Baley o Sonny Terry en el Festival de Country Blues deslumbraron por su calidad. En Junio de 2000 viajó a Chicago, Estados Unidos, donde tuvo la oportunidad de tocar en bares y clubes de blues junto a algunas personalidades del género de ese país.

The Country Blues Boys es la más reciente agrupación de country blues formada al estilo de su antecesora Folk & Blues. Liderada por Gabriel Grätzer, cuenta en sus filas con tres noveles pero excelentes cultores del género: Juan Codazzi, Maximiliano Pedreira y Mariano Llopis además de Adrián Jiménez y Gabriel Cabiaglia. Única agrupación del estilo en estos momentos ofrecen una variada gama sonidos que van desde las baladas y las danzas hasta el blues urbano o el country blues gracias a su numerosa instrumentación que incluye banjo, mandolina, guitarra, armónica, kazoo, contrabajo, washboard, batería y vocal.

Miguel Botaogo, de dilatada carrera en el mundo del blues y el rock, grabó en los '90 un cd conteniendo recreaciones de country blues de Mississippi John Hurt o versiones de clásicos del blues eléctrico tocadas en el estilo country blues. Su privilegiada posición en el mercado Argentino, le permite ser un permanente difusor y colaborador de las corrientes del blues rural en la Argentina, reconociendo y enseñando en sus presentaciones sobre las verdaderas raíces del género.
En el interior del país también hay algunos cultores del country blues. En Rosario, Mario Elena es el exponente más importante recorriendo el circuito de bares y café concert de esa ciudad difundiendo la música afroamericana. Su cassette "Blues Acústico" es la única grabación realizada en Rosario conteniendo auténtico country blues. En ella se puede escuchar excelentes versiones de blues de Son House, Leadbelly o Robert Jonshon. Grabada en 1993, es curioso como casi 25 años después del primer intento de José Luis Bollea, justamente, sea nuevamente en Rosario de donde surja Mario Elena.

En Concordia, Entre Ríos, se formó Blues & Cia. un octeto vocal abocado a recrear el repertorio religioso de los grupos vocales. Sus presentaciones abarcan Entre Ríos, la vecina Uruguay y además se presentaron en el Festival de Country Blues 2000 en Buenos Aires.

DIAS DE DIFUSION Y PRENSA

Además de los ya mencionados Néstor Oderigo o Blackie, mucho antes que los diarios, y en menor medida la televisión, se hicieran eco del country blues ocupando cada tanto sus espacios con notas o entrevistas, en 1952, la revista Selección de Hot Jazz, publica un artículo de Conrado E. Eggers-Lecour llamado "Un atisbo a la música Negra Afroamericana" donde se hace referencia a las canciones de cuna, trabajo, carcelarias, religiosas y por supuesto, a los blues rurales, el country blues.

N.R.: A pesar de estos datos, otra posibilidad concreta que bien podría rastrearse, es buscar referencias anteriores sobre country blues o gospel que se hubieren hecho en las revistas Jazz Magazine y Síncopa y Ritmo.
La primera revista de música negra editada en el país es Jazz Band (Mayo 1972 - Febrero 1974) de Alberto Consiglio. Allí entre algunos colaboradores como Manuel R. Flores, Horacio Contursi o Enrique Bravo, figuraban dos nombres especialistas en el country blues: Tito Petrera y el amigo y colega Guillermo Hoeffner además de Norberto Betinelli.

Volviendo a los tiempos de radio, otro de los pioneros en la difusión de música negra, lo cual incluía country blues fue Capuano Tomey. Juan Millones, en los '80, a través de FM Jazz también contó con un espacio para esta música. Luego, Adrián Flores, en sus diversas emisiones en Radio del Plata, Radio Alfa. Metropolitana o F.M. Palermo, siempre le dedicó un amplio lugar al blues tradicional.

La lista de gente que hizo un valioso aporte a la difusión no es menor e incluye un variado grupo de personas que como conductores, columnistas o asiduos invitados, aportaron su cuota de difusión sobre el género. Por eso no se puede dejar de mencionar a Max Hoeffner, Fernando Goin, Paula Alberti, Ricardo Muñoz, Miguel Botafogo, Pedro Abraham, Tito Petrera, Gabriel Grätzer o León Almara, entre otros.

La Blues Special Magazine fue - y aún hoy lo sigue siendo - la única revista especializada de blues editada en el país. De excelente calidad editorial y periodística incluía un enorme espacio dedicado a las raíces de la música afroamericana: historia, bibliografías, discografías, fotos, ilustraciones. Artículos de extraordinaria factura fueron firmados por Max Hoeffner, Paula Alberti, Fernando Goin o Pedro Abraham entre otros. Lamentablemente sólo salieron 5 números a la venta. Entre 1998 y 1999 salieron 10 números del Blues Special Boletín que acompañaba la visita de los artistas internacionales de blues al Blues Special Club, cada mes. En sus 10 hojas siempre había espacio para el country blues a través de secciones como Poetas del Blues, analizando las letras del country blues por temáticas, o Galería del Blues que mostraba dibujos y pinturas de country blues de mano de jóvenes artistas que retrataron bluesmens del género.
Actualmente, se distribuye, en forma gratuita este boletín, primero y único en su tipo en la Argentina, a cargo de Gabriel Grätzer.
NOS LLEGA EL BLUES DE ALLÁ

Las visitas de algunos de los grandes maestros del jazz a la Argentina a partir de losa '50 fueron sucesos relevantes. La llegada de Louis Amstrong cobra hoy un gran valor también para los amantes del blues teniendo en cuenta sus numerosas incursiones en el genero participando, por ejemplo, de grabaciones de Ma Raney o de Berta Chippie Hill en los '20.

Sin embargo, en los '90 se dieron una serie de visitas trascendentes relacionadas al country blues. La visita de mayor impacto fue la de "Honey Boy" Edwards en 1993, llegó al país como la última leyenda del autentico country blues de los '20 y '30 con 78 años. Había comenzado a grabar en 1942 pero desde su adolescencia era compañero de ruta de Robert Johnson, Willie Brown y otros relevantes hombres y nombres del Country Blues. También nos visitaron Taj Majhal y John Hammond (h) quienes marcaron a fuego a los músicos locales.

Adrián Flores, a través del Blues Special Club, ha difundido incansablemente el blues trayendo permanentemente artistas desde Estados Unidos. Quizás desde el punto de vista del country blues el más trascendente que nos visitó fue Dave Meyer el bajista de Muddy Waters, The Aces, Little Walter, Ottis Rush o Louis Jordan y otros. Sin embargo, como guitarrista fue uno de los pioneros en el blues de Chicago, en el periodo de transición entre el country blues y el blues urbano. En sus numerosas presentaciones en Buenos Aires (vino 2 veces y ofreció media docena de shows) recorrió, no sólo repertorio de country blues, sino que lo interpretó de manera extraordinaria. Otros acontecimientos relacionados al gospel, serán comentados en la siguiente parte de esta nota.
EL COUNTRY BLUES Y LA PINTURA

Max Hoeffner, Maximiliano Balhead, Matías Mateo, César Bravin y Mario Elena, exploran el country blues desde otro ángulo: la pintura. Sus cuadros reflejan artistas, paisajes y situaciones de vida referidas al blues antiguo.
Balhead tiene importantes exposiciones en su haber mientras que Hoeffner tiene pinturas de country blues expuestas en Estados Unidos, Holanda y en diferentes galerías del país.

Actualmente el country blues se ha popularizado un poco más. Hace 30 años, "éramos dos gatos locos" como gusta decir Juan Millones. Hoy en día se lo conoce un poco más. La gente en general empieza a familiarizarse con el sonido acústico de estos blues y comienza a reconocer que en ellos están las raíces de toda la música rock contemporánea.

Mucho han tenido que ver todas y cada una de las personas que he mencionado en esta nota. Pero también es cierto que hoy en día la tan mentada "globalización" acorta los tiempos y las distancias.
Librerías y disquerías tienen en sus bibliotecas o bateas material sobre el género, en internet existen páginas sobre el blues rural o el gospel.
El largo camino recorrido desde los tiempos de Guillermo Hoeffner o Nestor Oderigo hasta aquí han visto desfilar muchos nombres pero aún resta mucho por aprender, por hacer y andar.

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