Una de las anécdotas inolvidables fue cuando Louis Armstrong visitó Argentina con su orquesta en el año 1957, y para agasajarlo Pancho Lococo, lo invitó a un asado en su quinta de la localidad de Castelar, provincia de Buenos Aires, invitando a un grupo importante de amigos para esa oportunidad. Nos pidió a nosotros que le encantaría que cantáramos algo en esa reunión para entretener a Armstrong y mostrarle como la juventud de Argentina también hacía jazz.
Tal fue la sorpresa de todos, inclusive la nuestra, que en medio del show que estábamos realizando, “Satchmo” se paró y se acercó a nosotros pidiendo que el quería cantar con el cuarteto esa canción que estábamos haciendo y que se la habíamos presentado unos minutos antes, donde mezclábamos “c’est si bon” y “tea for two” al mismo tiempo
Le gustó tanto el arreglo y como lo cantamos en ese momento con él (sin ni siquiera haberlo ensayado) que allí mismo nos invitó a participar en su show del teatro Opera al día siguiente, como invitados especiales del show.
Y fue así que en el teatro Armstrong, demostrando una calidad superlativa y un gran conocimiento de lo que es el público, nos permitió que cantáramos dos canciones. El nos presentaba muy afectuoso y nos dejaba solos, absolutamente solos, en el escenario para que cantáramos nuestra versión del “St. Louis blues”.- Al finalizar el tema sobre el aplauso de la gente, él entraba riéndose y feliz del recibimiento de la gente y entonces nos decía que quería cantar con nosotros “C’est si bon” y allí nosotros le agregábamos también el Tea for two, que lo hacíamos al mismo tiempo como contracanto, y fue así que terminamos la canción y el levantó los brazos en una demostración de entusiasmo y tras una estruendosa carcajada, nos abrazó y aplaudió a la par de todo el público que se puso de pie enloquecido.
http://www.mc-entertainment.com.ar/organizacion-de-eventos/es/Los_Mac_Ke_Macs/Libro_A_Mi_manera.htm
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