A los 69 años, el saxofonista está aquejado de enfisema y sufre de un deterioro mental.
por Jorge Letelier
Ocurrió en diciembre de 1995, en Valparaíso. El trombonista italiano Duccio Castelli recorría los cerros buscando el rastro de Alfredo Espinoza, legendario jazzista chileno que brillara en Buenos Aires y París en los 70, y al que parecía que se lo había tragado la tierra. Indagando, llegó a una casa donde un sujeto flaco, sucio y deprimido, rodeado de colillas de cigarros, llevaba casi 10 años tirado en un colchón. Era Espinoza.
Ambos habían sido compañeros en la Retaguardia Jazz Band, combo dixieland al que Espinoza se había unido luego de su regreso a Chile, en 1980. Pero un día, el saxofonista no apareció más. Algunos decían haberlo visto en una plaza leyendo libros de filosofía. Otros, que se había muerto. Castelli lo "revivió". Tanto, que tiempo después, un programa de TV llegó para hacerle un reportaje. "Era sobre problemas médicos", recuerda. "Y lo titularon 'El caso Espinoza': hablaba un siquiatra que decía que era un típico caso de esquizofrenia extrema, sin recuperación", agrega.
Castelli, testigo de sus avatares, desempolva la anécdota por la salud actual de Espinoza, quien sufre de enfisema pulmonar. "Tocamos juntos, viajamos. A veces se iba de los hoteles y se metía en líos. Había que cuidarlo, porque si no, no cumplía".
En París, Espinoza se ganó el título de "el Charlie Parker chileno". Hoy casi no toca. Vive con su hermana en Conchalí, recuperándose de la enfermedad. Pero, además, su salud mental se ha deteriorado. "Ya no es el Alfredo de antes", comenta su amigo y socio musical Giovanni Cultrera, con quien armó la banda Cultrera, Espinoza y Cía. "Tiene un problema físico, toca un tema y se agota. Además, ha tenido cuatro derrames cerebrales, y creo que ya no volverá a tocar", agrega.
Hace unas semanas se hizo un concierto para recaudar fondos en su ayuda, y el 28 de febrero se realizará otro en el Teatro Municipal de Valparaíso.
La fama y el regreso
Su historia daría el tono de un biopic hollywoodense, de esos de rápido ascenso y caída a pique. Nació en Valparaíso en 1942, a los 11 años se fue a Buenos Aires y a los 17 integraba tres orquestas. Antes de los 24 era estrella de la Porteña Jazz Band, la más importante agrupación bonaerense de swing. Admirado por la crítica, era conocido como "el chileno", mucho antes que Marcelo Salas. Luego de una gira por Europa, Espinoza prueba suerte en París. En una jam session, toca con la banda Les Pieds de Poule: "Te quedas acá, no te muevas más", recuerda Espinoza que le dijeron. Grabó discos, hizo la gira del Tour de France, y alimentó la leyenda de que tocaba igual que Parker. "Vino a llenar el lugar de Sidney Bechet (jazzista de Nueva Orleans radicado en París), por eso impactó tanto", cuenta Castelli.
Estaba en la cumbre de su carrera. En Ibiza conoció a una estadounidense. Se enamoraron y se casaron. Ella le dijo que quería conocer Buenos Aires. Y Espinoza regresó. "Los franceses me decían: ¿para qué te fuiste? y en Argentina me retaban: ¿para qué volviste?", cuenta. Volvió a la Porteña, pero su mujer lo dejó, y en 1980 retornó a Valparaíso.
Luego de su ausencia de una década, volvió con todo: formó Cultrera, Espinoza y Cía., grabó discos y ganó un Altazor. Pero está inmovilizado. "Está un poco peor que hace cinco años, pero mucho mejor que hace 20", afirma Castelli, quien acaba de terminar una biografía sobre Espinoza en Italia, y busca editorial para lanzarla en Chile. "Tuvo la mala suerte de nacer en el momento y lugar equivocado. Si hubiera estado 30 años antes en EE.UU., sería de los importantes", remata.
1-http://www.jazzitalia.net/Artisti/ducciocastelli.asp
http://diario.latercera.com/2012/01/28/01/contenido/cultura-entretencion/30-98787-9-el-dificil-presente-de-alfredo-espinoza-el-jazzista-chileno-que-triunfo-en-paris.shtml
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